Comenzaremos con unas recomendaciones generales válidas para todo el calzado laboral.
El zapato no debe oprimir el pie por lo que una horma ancha es lo más conveniente. También debe adaptarse a los movimientos propios de cada actividad. Hay que comprobar que no se clave en el empeine al flexionarlo. Está muy indicado que el cierre permita variar el ajuste, de este modo el calzado se adapta al volumen del pie a lo largo de la jornada laboral.
Una buena plantilla mejora el confort y distribuye las presiones en la planta del pie.
En cuanto al calzado sanitario, aunque el uso del zueco abierto está muy extendido en sanidad no se toma en consideración que las enfermeras y demás personal sanitario realizan muchos esfuerzos físicos en contacto con los pacientes. Con seguridad, su confort sería mayor con un zapato cerrado, que aportaría estabilidad y protección.
Los desplazamientos constantes, habituales en el sector sanitario, precisan de un calzado que se adapte al pie para la marcha, por lo que ligereza y flexibilidad son imprescindibles.
En el ámbito sanitario, el calzado exige una limpieza constante por lo que hay que facilitar su mantenimiento. Son aconsejables los modelos fabricados con pieles hidrófugas o con microfibras lavables de última generación. Materias que deben ser altamente transpirables para evitar el calentamiento de los pies. En hospitales, clínicas, centros médicos… los suelos pueden ser muy resbaladizos debido al vertido de fluidos. Requieren que la suela del calzado sea antideslizante, con dibujos en el tacón y la puntera para un buen agarre, también, para evacuar los líquidos en la pisada.
Actualmente con el empleo de polímeros en las suelas se logra que el calzado sea ligero, lo que repercute en un menor cansancio en largas jornadas laborales de pie o con continuos desplazamientos.
Codeor fabrica su calzado mediante inyección, la unión del corte con el piso no va pegada ni cosida, se fusionan en una sola pieza, de esto deriva durabilidad, calidad, flexibilidad, ligereza y ergonomía.
Sus modelos parasanidad son antideslizantes, absorben la energía en el talón, de alta transpiración, resistentes a desgarros y productos químicos. No se cuartean, no envejecen y son lavables incluso en lavadora. El confort térmico elimina aproximadamente el 90% del calor que se genera en el pie, con lo cual, la mayoría de los problemas que se presentan al personal por utilización de calzado inadecuado desaparecen.